sábado

 Para reunirme con el migo de conmigo y ser una sola y misma enti-
dad con él tengo que matar al migo para que así se muera el con y, de
de este modo, anulados los contrarios, la dialéctica supliciante finaliza en 
la fusión de los contrarios.
  El suicidio determina
  un cuchillo sin hoja
  al que le falta el mango.
  Entonces:
  adiós sujeto y objeto,
  todo se unifica como en otros tiempos, en el jardín de los cuentos
para niños lleno de arroyuelos de frescas aguas prenatales,
  ese jardín es el centro del mundo, es el lugar de la cita, es el espacio
vuelto tiempo y el tiempo vuelto lugar, es el alto momento de la fusión
y del encuentro,
   fuera del espacio profano en donde el Bien es sinónimo de evolu-
ción de sociedades de consumo,
   y lejos de los enmierdantes simulacros de medir el tiempo median-
te relojes, calendarios y demás objetos hostiles






(ésto lo escribio una loca, que acompaño el sentimiento)

No hay comentarios:

Publicar un comentario